viernes, 1 de marzo de 2024

Aibar 23'

 

Ay va, si este año hemos ido de campamento a…Aibar!!!




Este blog va dedicado a esas personas que siguen teniendo la decoración navideña puesta. Así pues, os vamos a contar qué hicimos en nuestro pedazo campamento de Navidad 2023.

El primer día convertimos la casa en nuestro pequeño hogar para los siguientes días. Con la música a tope y con el material preparado solo faltaba ponerse manos a la obra. Las paredes quedaron preciosas y te podías encontrar pequeñas manualidades por toda la escalera. A la mañana siguiente empezamos un típico juego: totem. Consiste en no decir una palabra, en este caso “si”. Al escuchar decírsela a alguien se le pasará el “totem”, que será un objeto. En las comidas se grita: totem, totem! Quien lo tenga deberá hacer una prueba. Menudas risas nos echamo: hubo quien cantó con colacao en la boca, hubieron declaraciones besos en el culo, historias dramáticas…  Por la noche todos los grupos se reunieron para descubrir qué había pasado con el Grinch… El culpable había sido Willy Wonka!

Los castachillos  fueron unos vikingos fantásticos. Viajaron por el pueblo hasta descubrir la temática de su campamento. Aprendieron muchos datos curiosos. Además, también entrenaron para ser unos guerreros que se mantenían en equipo. Lo que más entrenaron fue la velada, la cual les salió de maravilla. Imitaron a los monitores y las frases que decían: “estamos comiendo”, “hoy hay caracoles con arena”, “la actividad va a ser hacer un belén bajo el agua”… A mi no me suena haber dicho ninguna de esas frases, pero bueno.

Los leucillos trabajaron el respeto. Surcaron por varias áreas, como el respeto a uno mismo, al material, entre ellos… Tuvieron tiempo para reflexionar sobre cómo se trataban a sí mismo y pudieron compartirlo con el grupo. Es genial tener un lugar seguro dónde poder abrirte.

Por último, el grupo mayor reflexinó sobre la Navidad. Pero no todo iba a ser pensar. También hicieron un fantástico concurso de “Operación triunfo” donde pudieron entrenar la voz y mejorar sus habilidades de baile. Bueno, igual no hubo mucha mejora, pero sí muchas ganas.

Por si todo esto fuera poco, en los villancicos cantamos tan bien que nos dieron turrones. Muchas personas se animaron a escucharnos. Fue impresionante descubrir que había gente a los que le gustasen los villancicos, no como en otros pueblos…

Bueeenooo, y este fue el campamento de Navidad. Joe, si parece que fuera del año pasado. Os dejamos unas fotillos para que les echéis un ojo:












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