Hemos tardado sí, pero aqui está. Mes y medio después del campa, y encarando el inicio de curso, aquí llega la hora de hacer un pequeño repaso y recordar aquellos maravillosos 15 días que disfrutamos en el camping Osate de Ochagavía.
El campamento de Ochagavía '23 fueron dos semanas intensas y llenas de actividades y alegrías para todos, incluidos los castaches. Sí también los castaches. Y es que en este campamento, el grupo de los más pequeños volvieron a disfrutar de una campamento de 15 días al completo, como no se hacía desde hace ya varios años. Y como ya estamos hablando de ellos, por qué no empezamos viendo que hicieron nuestros pequeños valientes.
Castaches
Los castaches llegaron el día 17 con el resto de grupos dispuestos a disfrutar de varias primeras experiencias: el primer campamento, el primero de 15 días, la primera travesía... Durante las dos semanas hicieron un montón de cosas distintas. Los primeros días estuvieron aprendiendo a vivir como verdaderos supervivientes con su propio cuaderno con objetivos a cumplir: construir su propio refugio, caminar una distancia larga, ayudar a sus compañeros cuando lo necesitasen... Posteriormente, descubrieron distintos enfoques de lo que significa una vida saludable. Vieron la gran importancia de una alimentación sana y de hacer deporte, aprendieron sobre los problemas de la adicción a las pantallas y diferentes redes sociales y el peligro que tienen y conocieron también lo importante que es cuidar el planeta en el que vivimos. Por último, para cerrar los últimos días, nuestros pequeños castachillos aprovecharon la localización en la que tuvo el campamento, Ochagavía, para aprender sobre la cultura y tradiciones del pueblo y del valle en el que se encuentra, el valle de Salazar. Durante esta última etapa del campamento, entre otras cosas, aprendieron sobre los oficios que se desempeñaban mediante gymkanas, herrikirolak... En resumen, nuestros pequeños disfrutaron a tope durante 15 días y no tuvieron un solo minuto para poder aburrirse ya que no pararon.
Leuces
Nuestros viajeros vinieron dispuestos a recorrer el mundo para aprender sobre otras culturas y países. Para ponerse en la piel de auténticos viajeros, nuestros queridos leuces comenzaron con una maravillosa travesía que les descubrió la inmensidad de la selva de Irati y las increíbles vistas de la sierra de Abodi y, a pesar de un par de reveses, consiguieron volver al campamento enteros y listos para seguir descubriendo mundo.
Nuestra ruta inició en Ochagavía, primero prepararon lo necesario para la aventura: un mapa para orientarse y un pasaporte con el que poder saltar de país en país; y después descubriendo la bonita mitología que rodea a la cultura vasca. Luego viajaron a los pueblos celtas para conocer su cultura y buscar algo de paz entre todos los clanes. A continuación, se dejaron ver por Rusia, aunque poco tiempo, ya que enseguida bajaron a Tailandia, para conocer el gran problema de la trata de animales de la mano de Frank Cuesta, y a Japón, uno de los países punteros en tecnología, con la intención de crear nuevas máquinas respetuosas con el medio ambiente y hechas mediante materiales reciclados, además de disfrutar de una noche en los famosos karaokes de Tokio. La siguiente parada fue Latinoamérica. Allí aprendieron de su cultura mediante diferentes juegos tradicionales y se vieron involucrados en la resolución de un drama familiar tras el fallecimiento de Jimena Adelaida, abuela y cabeza de familia. Después de ayudar a una familia un tanto caótica, se fueron hacia el norte del continente, se asentaron en Estados Unidos. Durante su estancia en el país del Tío Sam diseñaron y crearon sus camisetas para ser parte de la NBA y reflexionaron sobre la realidad del "sueño americano" y las suyas propias. Para cerrar el viaje viajaron a África, en concreto a Egipto, con una gymkana en la fueron consiguiendo pistas para poder despertar a Tutankamón de su tumba en la pirámide.
XXXII
¡Qué mejor forma de estrenarse como grupo mayor que la que han vivido la chavalería del nuevo Albatros XXXII! Si bien al principio había gente nueva y de procedencias de lo más diversas, el grupo se han unido como si se conocieran de siempre. No ha sido fácil pues es un gran salto y han tenido nuevos desafíos como grupo e individuales. Desde subir el Pico de Orhi hasta concursar en el programa de talentos Got Talent, Ochagavía ha dejado huella en más de un corazón de nuestros chavales/as más mayores.
Comenzaron personalizando las carpetas que les acompañarán durante estos 4 años, también trataron el conocimiento de ellos mismos y de los demás a través de la ventana de Johari, han hablado de su futuro y el de la sociedad, a través de teatros, canciones de lo más explosivas, por medio de cineforum del show de Truman e incluso se han escrito cartas a ellos mismos que las leerán al finalizar todo su proceso como grupo mayor de Albatros. Sin duda 15 días han dado para hacer muchas amistades nuevas y los XXXII pueden corroborar lo que dice el verso "quien tiene un amigo, tiene una fortuna" que escucharon el primer día de lagrimas de sangre.
Pero hubo más, como en otros campamentos disfrutamos de un Día Conjunto en el que apareció desde el río seco una kuadrilla de almadieros de la zona, los cuales tuvieron un accidente durante su bajada por el río y llegaron con el último tronco de la almadía. Estos nos pidieron ayuda para formar nuevas kuadrillas de almadieros para el valle. Aquí una de las kuadrillas:
También disfrutamos de una tranquila excursión conjunta a las pozas del pueblo de al lado, Ezcároz.
Tuvimos campeonatos de mus, oca, twister y fútbol.
Y tres misas con tres curas diferentes. El conocido cura de nuestro barrio de Mendillorri, José Manuel, el párroco de Lesaka, David Galarza, y el sacerdote del valle de Salazar, Livio Ledezma.
Por último, como siempre, agradecer a todos los chavales y sus familias por confiar una año más en nosotros y nos vemos el 6 y el 7 de octubre en las reuniones de inicio del curso 2023-2024.
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